martes, 22 de marzo de 2011

Visita al Sahara


Hace unos años tuve la suerte de poder hacer un viaje a unos campos de refugiados en el desierto del Sahara para visitar a la familia de un niño saharaui que habíamos acogido en verano.
Yo acostumbrado a la vida en Zaragoza todo lo que vi se me hizo muy extraño; casas de adobe y carpas de lona, no había supermercados, las calles no estaban asfaltadas... Vivian de ayuda humanitaria, pero aun así ellos eran felices, los niños jugando, los adultos tomando té... Yo todavía no era consciente de las cosas que estaba viendo, pero ahora recuerdo y me doy cuenta de que en el desierto las condiciones de vida son muy duras, pero sin embargo vas allí y te reciben con las manos abiertas. Todo es alegría, simplemente son felices.


1 comentario:

  1. Interesante experiencia pero, supongo, que no todo es de color de rosa
    B 6

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