lunes, 8 de noviembre de 2010

motin de esquilache

Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, persona de absoluta confianza del rey Carlos III, de firme voluntad y amigo de las decisiones tajantes, trataba de erradicar en la Villa de Madrid el uso de la capa larga y el chambergo (sombrero de ala ancha) con el pretexto de que, los madrileños podían darse anónimamente a todo tipo de atropellos y esconder armas entre las capas. La medida propugnaba el uso de la capa corta y el tricornio (sombrero de tres picos.
El motín de Esquilache fue una revuelta de carácter político y social, sin embargo, el pueblo no estaba contra el poder real o contra los nobles españoles, sino molesto por la carestía de alimentos y la subida de los precios ocasionados por las medidas de Esquilache. El hambre y el descontento producidos por el constante aumento del precio de los alimentos de primera necesidad fue el verdadero motivo de la rebelión.
La mañana del Domingo de Ramos de 1766 se desencadena el motín. En la plazuela de Antón Martín, dos embozados se acercan hasta unos sorprendidos soldados que les dan el alto. En ese instante, irrumpe en la plaza un grupo de gente armada que provoca la huida de los soldados. Los amotinados asaltan un cuartelillo situado en la misma plaza y se apoderan de sables y fusiles, dirigiendo sus pasos hacia la calle Atocha donde muchos otros se suman, hasta juntarse alrededor de dos mil almas.
Los amotinados asaltan la casa de Esquilache y asesinan a cuchilladas a un servidor que trató de ofrecer resistencia. Los ciudadanos vacían sin contemplaciones la bien surtida cocina del marqués
El Lunes Santo, enterado el pueblo de Madrid de que Esquilache se encuentra junto al rey, unas 40.000 personas se dirigen hacia el Palacio Real. Los odiados miembros de la guardia Valona se mantienen firmes y terminan abriendo fuego y matando a una mujer, lo que enfada a los reunidos, que comienzan a corear insultos a Esquilache y a los valones. Finalmente, un sacerdote que actúa como mediador hace llegar al rey una lista de exigencias:
1. Destierro del marqués de Esquilache y su familia.
2. Que no existan ministros extranjeros.
3. Desaparición de la Guardia Valona.
4. Bajada de los precios de los comestibles.
5. Desaparición de las Juntas de Abastos.
6. Retirada de las tropas a sus cuarteles.
7. Sea conservado el uso de la capa larga y el sombrero de ala ancha.
8. Que el rey «se digne salir a la vista de todos para que puedan escuchar por boca suya la palabra de cumplir y satisfacer las peticiones».
El rey, con disgusto, acepta las exigencias populares, desoyendo a los hombres de armas que aconsejan sofocar la revuelta sin contemplaciones. La calma parece reinar de nuevo en la ciudad

1 comentario:

  1. Bien Marcos, pero hay que elaborar algo más:
    1.- Resaltar que hay otras causas (distintas a las que dice el libro)
    2.- Analizar quien apoyó el Motín
    3.- Consecuencias
    4.- Bibliografía

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